Manejando la diabetes

Ejercicio físico

By 1 noviembre, 2014 mayo 19th, 2020 No Comments
Casi todos los entrevistados afirmaron que el cumplimiento de la dieta junto con el ejercicio físico son los principales cuidados para regular los niveles de glucosa. Los profesionales de la salud recomiendan realizar ejercicio físico de forma habitual. (Más información: Recursos e información)

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EJERCICIO

Casi todos los entrevistados afirmaron que el cumplimiento de la dieta junto con el ejercicio físico son los principales cuidados para regular los niveles de glucosa. Los profesionales sanitarios recomiendan realizar ejercicio físico de forma habitual. (Más información: Recursos e información.)
Andar es la actividad más común entre las personas que participaron. También se mencionan otras actividades como natación y montañismo, ir al gimnasio o tomar clases de baile. Para realizar ejercicio en casa, utilizan la cinta de andar, la bicicleta fija, “pedaleador” y pesas.

La rutina de Ángel incluye andar 2 horas al día.

“No he cambiado mi vida, menos lo de las bebidas lo demás sigo igual, sigo igual, lo único que hago es que todas las mañanas salgo con un amigo y vamos a andar dos horas, vamos a andar por la mañana, salimos a las 10 hasta las 11.30 o las 12, andamos, eso sí.”

Charo combina la natación con caminar.

“Considero que el deporte es fundamental, al menos en mí. No hago mucho pero procuro andar todos los días. Algo de natación, una vez por semana o así, natación.”

Para muchos el ejercicio físico les había ayudado también para bajar y estabilizar su peso.

Caminar le ha ayudado a Xavier a bajar de peso y a controlar el azúcar.

“Pues bajé unos 20 o veintitantos kilos, sí… ¿Cómo lo hiciste? Pues nada, andando y comiendo menos ¿Y eso, más o menos te lo indicaron cuando empezaste el tratamiento o cómo fue? Sí, me dijeron eso, pesaba 115 Kg., ahora peso 90, 91, 92, llevo unos 4 ó 5 años que tampoco engordo, tampoco bajo. Pero bueno, periódicamente voy al médico, tengo la cosa controlada. Entonces, pues bueno, va bien. Si algún día me dicen algún impedimento de cara que tengo que dejar algún hábito, habrá que apretar el cinturón en el sentido que sea.”

Varios entrevistados dijeron que desde siempre habían realizado deporte y que aunque no había significado un cambio importante en sus vidas, sí les supuso estar más dispuestos para realizarlo de manera regular.

Mari Carmen siempre ha hecho deporte y continúa ya que su médico se lo recomienda.

“A mi me lo informó todo P el ATS, me dijo “MªC, tiene que llevar un plan de comida”. Bueno él me mandó pastillas para el tratamiento, porque tampoco la tenía tan elevada como para ir directamente a la insulina. Entonces, dice “con este tratamiento tú llevas un plan de comida, haz ejercicio físico”, que yo lo he hecho siempre, ando mucho y he practicado deporte.”

Otros en cambio reconocían que habían tenido que cambiar su vida sedentaria a partir del diagnóstico y se organizaron para poder realizar ejercicio de manera habitual.

Rafael explica que el trabajo le deja poco tiempo para hacer ejercicio.

“Exactamente, me sigue diciendo mi médico de cabecera que lo importante en la diabetes es llevar una dieta y el ejercicio, sobre todo. Yo lo noto porque tengo una cinta andadora o me voy a andar aquí en mi pueblo, hay un sitio para pasear la gente o para hacer footing. Cuando puedo me cojo y me voy, media hora, una hora, cuando puedo. O cojo la cinta andadora si hace mal tiempo, todo cuando puedo. Te estoy diciendo cuando puedo, porque lo mismo se lo digo a él. Como ves tengo muy poco tiempo, porque me lleva el trabajo muchísimo tiempo, tengo que tirar de la familia, porque el único que tira de la familia soy yo. Claro, necesito echar horas y necesito trabajar todo el día.”

Algunas personas dijeron que no siempre podían seguir las recomendaciones.

El médico de Eligi le recomienda ejercicio más activo, pero él dice que hace lo que puede.

“Sí, comentamos. En todo caso, cualquier recomendación siempre es positiva, lo que pasa es que hay recomendaciones que no se pueden llevar a la práctica, por ejemplo, a ella le gustaría que yo hiciera ejercicio físico, no del tipo de andar, le gustaría que hiciera algo de ejercicio físico, algo más fuerte y a mi no me gusta, no quiero, me compré una raqueta para ir a jugar con mis hijos a tenis pero la verdad es que yo no me veo jugando a tenis durante una hora, porque es que llevo muchos años sin hacer ejercicio físico, hago lo que puedo, lo que puedo con mi intensidad, con la que yo necesito, y creo que eso me va bien, me va bien, repito, y hago lo que hago, no hay más.”

No todo el mundo podía realizar el ejercicio físico que debía. En algunos casos por problemas en los pies, en otros por problemas de salud acompañantes, o bien por complicaciones de la diabetes. No obstante, la mayoría intentaba buscar soluciones alternativas para poder moverse y cumplir con las prescripciones médicas de realizar actividad física. (Más información: Ojos, pies, riñones y problemas neurológicos.)

A Pedro le duelen las piernas y esto le dificulta caminar.

“Las piernas me duelen siempre, como aquel que dice, cada día más, parece que me queman. Como si te empezara a quemar un poco, a calentar. Y lo tengo, lo tengo y después hay momentos que me duelen, y si camino mucho, mucho, no es que ahora camine mucho, cuanto más camino peor.”

El problema de corazón de Maria Luisa limita la realización de ejercicio físico, pero procura caminar.

“Me dieron unas hojas con las dietas que tenía que hacer y que procurara hacer un poquito de ejercicio. Lo cual se contradice con lo del corazón, porque claro, andar mucho y hacer mucho ejercicio, el corazón se me resiente. Va una cosa en contra de la otra, de todas las maneras procuro andar todos los días un poquito, aquí mi compañero Lucas, el perrito me ayuda, salimos a dar una vueltecita, procuro no tomar dulces, claro, no tomar sal, y todas esas cosas.”

Un nuevo problema de salud que afecta a José le ha supuesto un cambio que le limita la realización de ejercicio.

“Y además del cuidado de la dieta, de la pastilla ¿otra cosa le dijeron que tenía que cuidarse? Andar mucho. Andar, pero como ahora me ha dado el ataque cerebral, pues ando lo que puedo, cuando no puedo me tumbo, ¿qué voy a hacer? Es que hay veces que si que me apago, no por la diabetes, ahora por esto que me ha dado, que ya no puedo hacer, por ejemplo correr y eso, ahora tengo que ir andando, voy cojeando, y es otra vida, me canso mucho, me ahogo. Antes, te hacía dos o tres kilómetros en nada y ahora me cuesta, no ve como hablo que me estoy fatigando, pues es eso.”

María restringe su actividad física a andar o a realizar bicicleta estática debido a su dolor de rodilla.

“4 años, pues fíjate tendría yo entonces 74, menos, pero ahora no me canso demasiado, a veces me duele esta rodilla pero es muy rara, porque me duele a lo mejor en la cama y luego llego por ahí, andando y no me duele. Cosas de la edad, yo no le hecho la culpa a la diabetes ni a nada, porque estas cosas las vas a tener a esas edades”

Candelaria se encuentra en diálisis desde hace unos años y a la espera de trasplante y cuenta que, a pesar de sus dificultades visuales, procura realizar ejercicio en casa.

“¿Y a usted le han dicho que es bueno hacer ejercicio para el tema de la diabetes? Sí, sí, sí, inclusive ahora dializándome me mandan a que camine, que camine, porque es cuando te das cuenta si te cansas, yo por ejemplo cuando salía mal dializada porque el catéter no me iba bien, yo me notaba cansada, llegaba a mi casa y me tenía que acostar, cansada, no podía, ahora no, camino para allá, para acá, dentro de casa. Ya te digo, mi vida como es lógico la hago más en casa, yo me encuentro muy feliz y muy a gusto dentro de mi casa porque es donde lo tengo todo, como nadie me toca nada.”

Uno de los participantes comenta que considera que con el tiempo le parece que hacer ejercicio ya no lo hace el mismo efecto que al principio.

Según Pedro el ejercicio que practica ya no le hace el mismo efecto sobre el azúcar que antes.

“Al principio hacía mucho ejercicio, me decía el médico que andase mucho. Nosotros vivíamos en la parte de abajo del barrio y de la parte esa del pueblo a la carretera de aquí de Lucena, hay 3 kilómetros, yo lo andaba todos los días, tres y tres, seis, y luego por la tarde otros seis kilómetros, y así pues he ido llevándola más o menos. Ahora ya no me hace efecto que ande o que no ande, me da igual.”

Para muchos lo difícil es mantenerse constante en la realización del ejercicio físico.

Las navidades han interrumpido la rutina de ejercicio que realizaba Milagros y explica la dificulta de reanudarlo.

“Luego eso, andar o eso. Siempre he estado haciendo algo de deporte, gimnasio, yoga, he corrido, he andado mucho, desde siempre he estado haciendo algo. Desde que estamos juntos es cuando menos estoy haciendo. Y ahora ya no, ahora cuando yo ya empecé a trabajar en noviembre, de mi baja y eso. Empecé, yo iba al trabajo andando, iba a Palos, porque yo trabajo en Palos, pero a casa de mi madre que es donde yo iba a comer, pues a lo mejor tardaba unos veinte, veinticinco minutos, iba andando y luego subía también andando, las dos horas de comida que tenía al mediodía, entonces pues también me ayudó bastante a perder los kilos esos que había perdido. Ahora pues nada, la verdad que llegó ya navidades y no he andando nada, y ahora quiero empezar algo, ya mañana mismo empiezo o bien a andar o bien me apuntare a algo.”

Algunos entrevistados relatan que desde los centros de salud o de las asociaciones de diabetes se organizan actividades para estimular el ejercicio físico.

Milagros y Francisco han hecho senderismo organizado por una de las asociaciones.

“Hacemos marchas, por la sierra hacemos caminos verdes, cogemos senderismo e intentamos siempre hacer, dentro de nuestras posibilidades, y que el trabajo también nos lo permita, intentamos hacer todo tipo de actividades.”

En algún caso el temor a sufrir un episodio de hipoglucemia limita la realización de ejercicio físico. (Más información: Manejando las hipoglucemias.)

Rafael cuenta como tuvo un episodio de hipoglucemia y esto le ha generado miedo para seguir haciéndolo.

“Bueno, también me dijeron que hiciera ejercicio, que andara y eso. A mí no me gusta andar, a mí no me gusta andar, desde que me dijeron que tenía diabetes nunca he andado, porque por ejemplo, intenté andar y en el momento que andaba el azúcar se me bajaba a menos de 100, se me ponía en 54, 52, y entonces tengo miedo. También me lo enseñó la enfermera, que claro, te comes un caramelo y te sube el azúcar pero no quiere decir que se estabilice, porque te sube a 120 en 5 minutos se te vuelve a bajar otra vez a 50, y eso es lo peligroso. Entonces prefiero no andar, hago una vida normal como hace otra persona, sin excederme en los alimentos que no debo, ya está.”