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Pedro Serrano defiende la eficacia de la Evaluación de Tecnologías Sanitarias

Evaluación de Tecnologías Sanitarias

Actualmente en los sistemas sanitarios se están dando una serie de retos y amenazas que deseamos suplir a través de la Evaluación de las Tecnologías Sanitarias. El crecimiento exponencial de la incorporación tecnológica –herramientas diagnósticas, fármacos, equipos quirúrgicos, telemedicina, etc.–, la variabilidad y el uso inapropiado de las innovaciones de efectividad probada, así como un escenario económico restrictivo. Todo esto unido a las crecientes expectativas de la sociedad, plantean una cuestión a la que pretendemos dar respuesta: ¿es la tecnología el problema o la solución para la sostenibilidad del Sistema Sanitario?

Esta es la pregunta que el Jefe del Servicio de Evaluación y Planificación del Servicio Canario de Salud (SESCS), Pedro Serrano-Aguilar, dio respuesta en el encuentro “Evaluación, selección y compra de medicamentos y tecnologías sanitarias en el ámbito hospitalario” organizado por el Hospital Universitario La Paz, la Universidad Francisco de Vitoria y Pfizer que se dividió en dos jornadas que se celebraron los pasados 9 de marzo y 7 de abril. La actividad tuvo como objetivo conocer, de la mano de los mejores expertos del ámbito nacional, algunas herramientas de gestión para mejorar la toma de decisiones.

La implicación del SESCS en esta sesión formativa pone de manifiesto la implicación de la comunidad autónoma canaria en el ámbito nacional e internacional. El SESCS es una unidad dependiente de la Dirección del Servicio Canario de la Salud en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. Su función es informar de la toma de decisiones político-sanitarias de un modo creíble e imparcial, a partir del mejor conocimiento científico disponible, para luego evaluar sus consecuencias.
Tal y como expuso Pedro Serrano durante su ponencia: “La Tecnología Sanitaria (TS) podría definirse como toda intervención utilizada para promover la salud, o diagnosticar, tratar o rehabilitar la enfermedad”.

Según Serrano, “la Evaluación de las Tecnologías Sanitarias (ETS) consiste en la valoración sistemática de las características, resultados e impactos de las TS sobre la salud de la población y sobre el Sistema Sanitario en sí mismo. Cubre aspectos tan variados como las propiedades técnicas, la eficacia, la seguridad y el nivel de coste-efectividad de los tratamientos. A su vez, analiza el impacto presupuestario, organizativo, social, legal, ético y político que estos tienen”.

“La importancia que tiene la Evaluación de las Tecnologías Sanitarias es debida a la información que aporta y el complemento que supone al conocimiento que se tiene sobre los tratamientos –explica el jefe del Servicio de Evaluación y Planificación–. Esto ayuda a que la toma de decisiones que realizan médico y paciente sea más responsable, reproducible y transparente. Cabe añadir que la ETS permite obtiener recursos desde el propio sistema”, al reducir la posibilidad de q ue se financien tecnologías insuficientemente evaluadas.

La evaluación del “ Valor Terapéutico Añadido (VTA) de las Tecnologías Sanitarias consiste en poner de manifiesto la existencia y magnitud de la efectividad de la nueva tecnología sobre una medida de resultado final relevante para el paciente, en comparación con la mejor alternativa previamente disponible”, afirma Serrano. El VTA es un punto central para las decisiones políticas, de gestión y clínicas, aunque no sea requerido por la European Medicines Agency. En España, los fármacos con VTA eluden precios de referencia y son favorecidos frente a comparadores..

“La gran mayoría de fármacos no aporta avances terapéuticos reales”, afirma durante la sesión. En 2009, de los 104 fármacos evaluados por Prescrire en Francia, ninguno se consideró un avance real: 3 de ellos aportaban alguna ventaja, 14 eran posiblemente útiles, pero los demás se clasificaron como tratamientos sin nada nuevo.

La evaluación económica es otro componente clave a la hora de evaluar las nuevas tecnologías sanitarias, al comparar las TS alternativas en términos de costes y resultados en salud, con el objetivo de optimizar la salud de la población. En España, el Real Decreto 16/20121 estipula que las decisiones de financiación sobre tecnología sanitaria deben estar regidas por criterios de evidencia de coste-efectividad. Pero, lamentablemente este principio no se aplica en la evaluación de los medicamentos por parte de la autoridad sanitaria de la Nación.

Existen varios tipos de evaluación económica, que pueden dividirse en: análisis coste-beneficio –hablando en términos monetarios–, análisis de coste-efectividad –unidades naturales o CVRS–, y análisis coste-utilidad –años de vida ganados ajustados por calidad (AVAC). Serrano matiza que “A la hora de realizar cualquier evaluación económica han de considerarse aspectos como la perspectiva, los costes, los resultados, el tipo de modelo o las fuentes de datos”.