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Las habilidades comunicacionales y la empatía mejoran la evolución del paciente oncológico

By 24 octubre, 2014 No Comments
Imagen de una paciente en una consulta médica

Cynthia García García | @CynthyGarcia

Una comunicación médico-paciente eficaz puede mejorar la evolución del enfermo oncológico. Así lo confirma una revisión sistemática de 27 artículos publicada en Psycho Oncology y realizada por investigadores del Hospital Universitario de Lausana, en Suiza, y la Universidad de Vrije, en los Países Bajos. Dicha revisión analiza las características clínicas médicas que favorecen la interrelación con el paciente y que le ayudan a tener una visión más optimista e informada de su enfermedad.

Para el estudio se identificaron 1055 artículos seleccionados sistemáticamente de Medline, PubMed, Embase, Cinhal y la base de datos del Centro Cochrane. De todos ellos, 27 coincidieron con los criterios de inclusión y 25 de los mismos se publicaron en 2001 o en años posteriores. Entre las características clínicas estudiadas se incluyeron factores sociodemográficos, relacionales y personales. Así, se observó que algunas particularidades como la edad, la experiencia, la formación, los niveles de estrés o de carga laboral podían repercutir en la comunicación médico-paciente.

No obstante, se observó que el mayor impacto comunicativo no dependía tanto de éstas características como de aquellas que se entrenaban. El desarrollo de habilidades como la empatía, el control externo de los acontecimientos que nos ocurren, modelos de toma de decisión compartida (TDC), enfoques socio-emocionales, y herramientas para afrontar la ansiedad y canalizar las actitudes defensivas, provocaban más efectos positivos en el proceso de comunicación.

Desarrollar estas herramientas comunicativas permitía que los pacientes conocieran mejor la enfermedad, lo que derivaba en decisiones más activas, conscientes e informadas. Esto, a su vez, aumentaba su sensación de satisfacción y producía una elección más acertada de las alternativas y de los tratamientos oncológicos disponibles, además de una mejora de la adherencia a los mismos.

Por otra parte, una actitud empática permitía que los profesionales sanitarios entendieran mejor las decisiones que los pacientes tomaban en función de sus circunstancias personales. La comunicación no verbal (expresiones faciales, gestos y tacto) también era más eficiente en aquellos profesionales que habían sido entrenados en ponerse en el lugar del paciente.

Los efectos negativos experimentados por los médicos fueron cansancio, ansiedad, bloqueo mental y una mayor expresión de preocupación ante la incertidumbre de las decisiones de los tratamientos y la evolución del paciente. Aquellos médicos que reflejaban estos síntomas proyectaban, a su vez, una mayor preocupación en el paciente y en la autopercepción de gravedad del cáncer que padecían, así como una menor retención de la información que se les proporcionaba. Ello indica la necesidad de que tanto profesionales sanitarios como pacientes, expresen sus impresiones de forma abierta y clara, para que la empatía de ambos no genere miedo sino una anticipación de las adversidades a las que se enfrentarán. La revisión pone de manifiesto la importancia de realizar más estudios que analicen las características clínicas que mejoran la comunicación médico-paciente y que repercuten en su estado de salud.

Fuente: A. M. M. De Vries, Y. de Roten, C. Meystre, J. Passchier, J.-N. Despland and F. Stiefel. Clinician characteristics, communication, and patient outcome in oncology: a systematic review. Psycho-Oncology 2014; 23: 375–381.

[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/514115356768870400/1EmmKCMD.jpeg” ]Cynthia García García es licenciada en Periodismo y Diplomada en Turismo por la Universidad Camilo José Cela. Máster en Comunicación y Salud por la Universidad Complutense de Madrid. Cursa en la actualidad estudios de Medicina Tradicional China (Acupuntura) en la Escuela Neijing (Dr. José Luis Padilla Corral).[/author]

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