Cáncer colorrectal

Cirugía / colostomía

By 23 septiembre, 2016 mayo 12th, 2020 No Comments

Dependiendo del tipo de tumor y localización, uno de los primeros tratamientos que se realizan es la cirugía (colostomía).

La cirugía que se realiza consiste en quitar el tumor y la parte del colon que lo rodea y después volver a unir los dos extremos del intestino grueso. La colostomía (dejar el intestino grueso a la piel) es una técnica que se realiza cada vez menos. Puede ser definitiva (cuando el cáncer de recto está tan cerca del ano que hay que quitar los músculos que controlan la defecación) o temporal (cuando hay que proteger una unión muy cerca del ano para evitar que falle o cuando la unión falla en el postoperatorio y hay que volver a operar).

COLOSTOMÍA

A continuación las personas participantes cuentan cómo vivieron la etapa de comienzo del tratamiento mediante la cirugía.

Eric cuenta todo el proceso desde que le informaron el diagnóstico hasta que le realizaron la cirugía, de la que se recuperó rápidamente.

“La primera vez hace dos años, que recibí una carta del Hospital para hacer una analítica de sangre en las heces. Bueno, hice lo que me solicitaban, lo dejé en la farmacia y al cabo de unos días me contestaron diciendo que el resultado era negativo, que no había nada. Este año, en el mes de marzo, febrero, marzo, me volvieron a enviar la misma carta e hice lo mismo. Fui a la farmacia, recogí el frasco para dejar las muestras, que por cierto también lo hizo mi esposa, le contestaron a ella y a mí no. Ella recibió la carta diciendo que estaba todo bien, y al cabo de un día o dos me llamaron directamente del Hospital diciendo que habían encontrado unos microindicios de sangre en las heces. Bueno, me conciertan una visita, tuve una visita con un doctor y me programaron una colonoscopia en el mismo Hospital. Lo cierto es que fue bastante rápido. Me hicieron la colonoscopia, ahí en la misma colonoscopia me dijeron que había unos pólipos que habían podido sacar, que eran muy, muy pequeños, pero que tenía un pequeño tumor incipiente de unos tres centímetros a una distancia razonable del ano, de unos 20, 25 centímetros del ano. Era de preocuparse que, bueno, me pusieron en contacto con… ellos ya me pasaban al doctor, al cirujano para que determinase que iban a hacer, ¿no? Sí, sí, me programaron la visita, me visitó un doctor, un cirujano del mismo equipo, que después me operó. Y en fin, me explicaron lo mismo, que tenía este tumor, que era un tumor incipiente, o sea me imagino que era un tumor muy pequeño, de tres centímetros, y que en principio daba imagen de ser de… tenía buen tratamiento, cortando. Y en fin, bueno, total que me programaron la operación y el 27 de marzo me operaban en el Hospital. El 27 me operaban, estuve ahí hasta el día uno, era la Semana Santa de este año, coincidía miércoles, en fin. Y el mismo día uno pues salí dado de alta porque, vamos, me mentalicé de que ya me habían sacado lo que tenían que sacar y claro, estaba a la expectativa de los análisis posteriores de lo que saliese de las biopsias de la pieza que habían sacado. Pero bueno, me mentalicé de que esto ya estaba, que tenía que salir de ahí, y después ya veríamos qué pasaba. Bueno, me recuperé se ve que bastante bien, según su protocolo. Porque, vamos, si me tenía que comer algo lo comía, si tenía que beber más bebía, hasta que me iban sacando pues… en fin, lo típico, las ayudas. El día uno me dieron el alta y el día nueve me visitaba la cirujana que me había operado con el resultado de la biopsia, que fue el mismo día que me sacaron las grapas además. Llevaba 32 grapas y bueno, me dieron el notición, de que no estaba nada infectado, que habían podido sacar la pieza entre comillas y que no había ningún ganglio afectado. Y claro, esto fue una noticia impresionante porque era señal de que no tenía que hacer tratamiento posterior. A raíz del día nueve me programaron una visita con una analítica para el mes de junio. Me hicieron la analítica, volví a, en fin, el mismo proceso, fui a la doctora con el resultado, ya tenía las visitas programadas en el mismo Hospital y el diagnóstico era bien, estaba bien. Entonces me hicieron una programación para enero del 2014, otra analítica y un control, a ver cómo estoy. O sea, referente a la operación estoy perfecto sinceramente. Además hago deporte, que hacía dos años que me había apuntado a hacer un poco de gimnasio, y la verdad es que me ha ido muy bien, sí.”

José cuenta que no tuvo ninguna complicación después de la cirugía y que sólo echó en falta la comida.

“R.: No, no lo esperábamos. Me lo dijo el médico que podía ser que igual se podía complicar algún punto o algo pero que nada. Los dos primeros días o tres estuvo saliendo sangre y eso y el tercer día empezó a salir oscuro, oscuro, oscuro, heces, marrón y cuando vino me sentí muy arropado por el médico, la verdad sea dicha, venía por las mañanas a primera hora. Cuando salía de quirófanos venía y me veía. Me decía: es que eres un tío raro. Digo, ¿por qué? Dice: porque es que ni tienes fiebre, ni te sube la tensión, ni se te pone el vientre duro, nada. Estás normal. Digo, pues una suerte para mí. Dice: no, desde luego. Y ahí me tiré eso, pues los 25, 25, 28 días yo estuve allí. Y al final ya todo el mundo venía: ¿aún no te has ido, aún estás aquí? Qué más quisiera yo que irme a mi casa y al final ya estuvo… me dejó cuatro días o cinco con agua y a los cuatro o cinco días le digo… P.: Los últimos días. R.: Que no… Los siguientes días como no se cortaba… Los siguientes días me quitó toda la comida y agua y a los cuatro días le digo: oye, tengo un dolor aquí. Y hacia ahí sí empezó a tocarme… No te mareo más. Yo creo que esto se me va a ir si me das de comer y se río y a raíz de ahí me dieron sopa, caldo, caldo blanco. O sea, caldo sin nada más y ya está. Y ahí empecé ya… Tuve que empezar a recuperarme… a recuperarme un poco ya. Soy comedor, no lo niego, pero que cuatro días sin comer eran demasiado para mí. ”

Después de haberse realizado la operación Cristina tuvo que beber batidos que le indicó su medico. Cuenta que le sentaba mal, pero le informaron que estos batidos eran necesarios durante el primer mes posterior a la cirugía para lograr que el intestino se vuelva a adaptar.

“El nutricionista, después fueron, porque yo me estuve que estar tomando mucho tiempo unos batidos, que son el alimento que dices de una persona al día, son un batidos que… – P.: Sí. – R.: Una bomba muchas veces. – P.: Sí, mi tío los tomaba. – R.: No los podía soportar. – P.: ¿Y eso cuándo era? – R.: Cuando me operaron la primera vez, esa operación fuerte que tuve, claro, es que yo me quedé pesando 49 kilos, me quedé como un… un horror. Y entonces mandaron un nutricionista porque claro, ellos te tienen que controlar, ¿sabes? O sea, no es porque yo lo necesitara yo sola, sino eso es como un protocolo del hospital. Y entonces me mandaron esos batidos que, de hecho, yo cuando fui a casa de mi madre, después de operarme, me llevé un montón de batidos y me tenía que tomar tres batidos al día, pero es que no los podía soportar, era una bomba. ”