Experiencias de pacientesMenores de 35 añosPerfiles de pacientes

Experiencias de personas con depresión de hasta 35 años

By 8 diciembre, 2014 abril 8th, 2020 No Comments
En este módulo, pacientes de menos de 35 años muestran sus experiencias con esta condición de salud.

Entrevista a Manuel

Sexo: Hombre

Edad en el momento del diagnóstico: 20 años

Año de diagnóstico: 2007

Tratamientos recibidos: Psicoterapia

Edad en el momento de la entrevista: 24 años

silueta masculina

Primeros indicios y episodios

“Estaba siempre con un nervio dentro, que era incansable, nunca me cansaba, no sé cómo lo hacía porque ahora a la mínima ya me canso, porque es muy psicológico, pero es que no me cansaba, podía hacer cualquier cosa. Me iba a dormir y, a lo mejor, no me dormía de los nervios, de los nervios que tenía, de que todavía podía hacer más cosas y, a lo mejor, me levantaba, daba vueltas por casa y las hacía. O me iba con los compañeros de piso a sentarme un rato a hablar con ellos. Y bueno, eso fue el principio, estaba ahí, pero ahí yo estaba siendo muy feliz, me sentía muy realizado con todo lo que estaba haciendo. Hasta que un día, pues, empecé a notar que temblaba, tenía temblores, los párpados también no paraban de darme tembleques. Entonces me estaba dando cuenta de que estaba haciendo más de lo que podía, encima durmiendo poco; ni yo mismo me dejaba dormir. Es que era como una obligación a mí mismo de hacer, hacer cosas, hacer cosas y no parar. Era un puro nervio, además tengo la constitución esta delgadita que también me influye un poco. No hacía nada de gimnasia, no hacía nada de deporte, simplemente lo que hacía era correr de lado a lado en el trabajo o el ejercicio que hacíamos en el teatro. Eso también me salvaba un poco. Y bueno, a ver, que memorice un poco cómo sigo luego. Después ahí fue cuando se empezaron a complicar… todo hasta ahí iba muy bien ¿No?”

Reconociendo la depresión

“Estaba siempre con un nervio dentro, que era incansable, nunca me cansaba, no sé cómo lo hacía porque ahora a la mínima ya me canso, porque es muy psicológico, pero es que no me cansaba, podía hacer cualquier cosa. Me iba a dormir y, a lo mejor, no me dormía de los nervios, de los nervios que tenía, de que todavía podía hacer más cosas y, a lo mejor, me levantaba, daba vueltas por casa y las hacía. O me iba con los compañeros de piso a sentarme un rato a hablar con ellos. Y bueno, eso fue el principio, estaba ahí, pero ahí yo estaba siendo muy feliz, me sentía muy realizado con todo lo que estaba haciendo. Hasta que un día, pues, empecé a notar que temblaba, tenía temblores, los párpados también no paraban de darme tembleques. Entonces me estaba dando cuenta de que estaba haciendo más de lo que podía, encima durmiendo poco; ni yo mismo me dejaba dormir. Es que era como una obligación a mí mismo de hacer, hacer cosas, hacer cosas y no parar. Era un puro nervio, además tengo la constitución esta delgadita que también me influye un poco. No hacía nada de gimnasia, no hacía nada de deporte, simplemente lo que hacía era correr de lado a lado en el trabajo o el ejercicio que hacíamos en el teatro. Eso también me salvaba un poco. Y bueno, a ver, que memorice un poco cómo sigo luego. Después ahí fue cuando se empezaron a complicar… todo hasta ahí iba muy bien ¿No?”

Proceso de diagnóstico

“Me sirvió para aceptarla. Me sirvió para decir: “-Bueno, pues esto es lo que tengo, qué remedio ¿no? Tengo que aceptarlo porque no… Yo no quería aceptarlo evidentemente, pero cuando ya me lo dijo un psicólogo, pues, ya sí que… quizá la depresión, la tenía, de hacía un mes. Entonces cuando me lo dijo, fue aliviante ver que era eso.”

Causas de la depresión

“Estudiaba arte dramático. Pero de ahí me empezó todo, que es que quería hacer tantas cosas que no tenía tiempo en todo el día para hacer todo lo que quería. Todo me empezó un poco de ahí. No tenía, absolutamente, ni cinco minutos de tiempo libre para hacer mis cosas, excepto algún fin de semana, si no tenía trabajo, porque normalmente también. A veces, también trabajaba los fines semana, tiempo libre poquísimo. Entonces dormía unas cinco o seis horas al día, no me daba para más. Yo pues no pensaba que eso fuera a ser perjudicial, yo no lo sabía. Dormía cinco horas porque me gustaba vivir así, vivir más y dormir menos, me levantaba temprano y algún día, si quería, si tenía tiempo libre a la mañana siguiente o si tenía el día libre, igualmente me levantaba a las seis y me ponía a hacer cosas. Me perdí un poco por un camino de piedras puntiagudas y muy peligrosas, que si hubiera seguido por allí ahora seguramente estaría igual de amargado que lo que estaba en aquel momento, amargándome por cosas que vienen de fuera y por las de dentro, que era consumo, que yo también tuve de drogas y que me metí en todo esto porque quise. Dejé de tener contacto con los demás amigos porque quise. Al final acabé reconociendo, me costaba pero sí, que no son los demás, sino que era yo el que se estaba equivocando. Es un poco lo que me pasó a mí. Yo me metí ahí porque quise. Entonces también salí porque quise. Evidentemente cuesta más salir que ¿no? meterse en el pozo. Tirarse a un pozo es muy fácil, ahora, salir es muy difícil. Yo la defino como un montón de acontecimientos malos que se juntan en un mismo momento. Que se juntan todos en un mismo momento, no es que pase primero uno y después otros, no, no. Es que se juntan… da la sensación que se juntan casi el mismo día, la misma semana, incluso el mismo mes. Pero se juntan todos, entonces ahí te hunden. Es como varias… no es que te vayan pinchando con un palito, así, digamos, no, sino que te dan un machacazo con un palo enorme, vamos, encima de la cabeza y te dejan tumbado. Es esto, una serie de acontecimientos que se juntan en el mismo momento, yo lo veo como esto.”

Opciones en el tratamiento de la depresión

“El médico me dijo que tenía que tomar, quizás, antidepresivos y tranquilizantes, la cosa es que yo me negué. No quería tomar eso porque tenía veinte años y no me parecía, no sé, no me parecía lógico, yo no sé qué pensarán otros psicólogos o los médicos pero yo me negué. Me negué y estoy muy contento de haber tomado esa decisión porque si no, quizás, ahora todavía podría estar tomando eso. Experiencias con otros amigos míos que todavía están tomando esto por casos similares al mío, o sea, se acaban haciendo dependientes de este tipo de sustancias. Decidí no hacer un tratamiento, decidí seguir con mi vida y si estaba un poco nervioso estaba un poco nervioso y pensaba que se me pasaría.”

Tratamiento farmacológico. Valoración del tratamiento farmacológico

“Yo, personalmente sé que es una propuesta muy difícil. Tampoco soy político pero les daría más nociones de medicina alternativa, de medicina moderna, de técnicas alternativas como son… masajes quiroprácticos o como es el yoga, tai-chi, o incluso hacer deporte que es lo que yo tenía que hacer en muchos de estos casos, y en lugar de hacer deporte lo que hacía es tomar más medicamentos para mejorar mi salud. Y sobre todo que tengan más en cuenta que es psicológico, que la psicología cuenta muchísimo en todas las enfermedades.”

Aprender a controlar los episodios de malestar

“Y sobre todo paciencia, creo que es. Yo creo que tuve muchísima paciencia durante uno y casi dos años que me duró el proceso de pasar de depresión a no pensar en depresión. Porque lo que pasa es que tenía siempre este estado de pensar: “-Hostia lo que me pasó, lo que me pasó, lo que me pasó”. No sé, es una sensación rara, es una especie de nostalgia pero todo lo contrario, es retrospectiva. Cuando veo personas que pueden influenciar en mi estado de salud mental, directamente me alejo. No es que me esconda, sino que le doy una parte de lo que yo puedo darle, no se lo voy a dar todo como otras veces ¿no? Lo típico que dicen que le das es una mano y te cogen todo el brazo, incluso todo el cuerpo ¿no? Entonces la mano y listo y no más. Muchas veces en la vida me encuentro con personas que tienden a eso, a buscar a otras personas a quien enganchar, contarles los miles de problemas y hacerles sentirles mal como ellos. Eso ya, evidentemente, lo tengo muy asumido. Hacer esto, tener en cuenta las respiraciones… sí y hacer un poco… tampoco es que hubiera hecho yoga como un deporte así pero sí que me lo tomaba muy como referencia, antes de ir a dormir a lo mejor respirar un rato o al levantarme respirar un poquito, hacer las respiraciones que indican ellos.”

Actividades gratificantes

“Al ser músico, al tocar con muchos conciertos y eso, hizo que conociera mucha gente, mujeres sobre todo y que tuviera éxito también, era muy gratificante, ponerte a tocar en un sitio y si tienes éxito después, cómo lo digo, es un poco más fácil. O sea, después de haber estado en un escenario pues, después eso lo tienes un poco más fácil.”

Vida afectiva y sexual

“En ese período, yo no tenía interés para absolutamente nada, no tenía interés ni para las mujeres. O sea, bastante mal estaba para tener interés para eso porque con el tiempo, eso sí, el primer año estuve con una chica que… intentamos y duramos una o dos semanas, muy poco tiempo. Ella decía que yo era muy despreocupado, tampoco me interesaba estar con ella. Los primeros meses no tenía absolutamente interés con ninguna mujer, o sea, no me… ¿Cómo se dice? Es que no me sale en castellano. Atraía. No me atraía… No sabía si en catalán… No me atraía ninguna mujer ni apetecía tener sexo con nadie ni siquiera así hablarlo ¿no? Ni tocamiento ni nada, es que me daba igual, me daba igual todo. Y con el tiempo, pues empecé a tener más ganas pero no eran las que tenía anteriormente ¿no? Anteriormente eran demasiadas, incluso. Y con el tiempo, pasado un año, pues seguía un poco así, un poco desinteresado, ya no era lo mismo de pasar de todo, sino desinteresado. Pero yo seguía con la sensación de vacío, que tampoco me apetecía, lo hacía pues para mantenerme, para mantenerme, para sentirme vivo, supongo. No sé, conocí a una chica que ella me habló un poco de ideas muy espirituales, de que yo me ponía muchas barreras a la hora de… Ella notaba que yo me ponía muchas barreras a la hora de conocer gente ¿no? Al contrario, antes de caer en la depresión, antes de caer en la depresión yo iba muy libre, o sea, no ponía barreras para nada y desde ahí me ponía demasiadas barreras. Entonces esa chica me hizo ver esto, me dijo: “-Es que vas muy cerrado, estás muy cerrado dentro de ti”. Y yo digo “-Pues quizás…” Por eso se lo expliqué ya cuando teníamos mucha más confianza y seguro que es por eso. Entonces ella, no es psicóloga ni nada, pero me hizo ver bastante, que sí, que tenía que liberarme un poco de… O sea, yo quise llevar una vida responsable, después de haberla llevado totalmente responsablemente pero tan responsable que ya era demasiado. Tanto que no tenía interés por encontrar la felicidad en las otras personas, pensaba que yo mismo, que lo podía encontrar dentro de mí y también hay que buscar de fuera. Y nada, a través de eso, gracias a ella, empecé a poner en práctica las cosas que ella me estaba enseñando, como algún día alguna persona lo hizo con ella. Sobre todo a la hora de conocer gente. O sea, conocer gente para mí era un regalo. Pasó de ser algo que no tenía mucha importancia a ser un regalo. Y gracias a eso volví a recuperar el apetito sexual y todo lo demás y ganas de conocer a mujeres y… Sí, no, pero sí, fue a partir de ahí, fue a partir de ahí, fue a partir de conocer a esa chica, hablamos muchas veces, ella… Después lo dejamos sin ningún tipo de mal rollo, ella siguió su camino y yo el mío y gracias a eso yo sí entonces encontré ya bastante más, la felicidad ¿no? También conociste a tu pareja actual. Sí, después fue cuando conocí a muchas más personas y sí, después a través de todo eso, de las ganas que tenía de curiosear donde había algunas personas, conocí a la chica con la que estoy ahora.”

Vida familiar

“Se lo conté a mi familia por fin, porque es que no les había contado nada de esto hasta que no me quedó más remedio. El día que ya no aguanté más fue… llamé a mi padre, que era una cosa que no solía hacer, contándole lo que me pasaba, que estaba, pero es que no podía. La hermana es muy pequeña, no podía saber nada, mejor que no supiera, sabes. Y el hermano mayor me apoyó mucho, me dijo que, que bueno… Me dio algunos consejos, que tampoco era lo más adecuado. Pero sí que me apoyó, me apoyó mucho, además yo le llamaba de vez en cuando y me decía: -“He hablado con este psicólogo y dice que lo que tienes tú es muy grave, tienes que alejarte de él”. Él me apoyaba en alejarme de todo esto. Mi padre tardé más en contárselo porque sabía que se lo tomaría peor.”

Vida social y amigos

“Entonces, en el momento en que estás dentro del pozo, yo creo hay que intentar coger todas las cuerdas que te va a tirar la demás gente. Porque no vas a salir del pozo solo sino que vas a salir con la ayuda de la gente que te quiere, de la gente que te va a ayudar a salir. Y a mucha gente le tiran muchas cuerdas pero se vuelve a hundir en el pozo y otra gente las coge y sube hasta arriba.”

Sentirse mejor poco a poco

“Pasó un año, que fui superándolo muy lentamente. Evidentemente había días buenos, días malos, la mayoría seguía pensando en ese estado que tenía, que seguía estando a veces muy nervioso. Reduje el tabaco muchísimo, ahora ya ni fumo, o sea, muy poco a poco he ido dejando el tabaco y ahora ya ni fumo. Y bueno, a partir de ahí pues ya empezó el progreso de superación de este problema, de esta serie de problemas que tuve. Hice algunas sesiones de yoga, me ayudó esto, me ayudó bastante, deporte también ayuda mucho y, sobre todo, paciencia. Creo que es… yo creo que tuve muchísima paciencia durante uno y casi dos años que me duró el proceso de pasar de depresión a no pensar en depresión. Sabía que era un tiempo, nunca me iba a imaginar que fuera un tiempo tan largo, pero sí, pensaba que lo superaría más fácilmente, pero llevó su tiempo, llevó su tiempo.”

Cambios en la visión de la vida

“Mi carácter que había cambiado completamente, de ser muy borde, de ser muy frío, de ser muy concentrado en el trabajo, de ser sólo interesado por las cosas materiales, entonces pasé a interesarme por las emociones, por las sensaciones, por la gente y por ayudar la demás gente, por interesarme por los problemas que tiene otra gente, no sólo con mis cosas La familia, ha crecido mi interés por la familia, estoy muy implicado en todo lo que hacemos, en todo lo que hace cada uno de ellos, muy implicado no, sino que sé lo que hacen. Pues antes era… Yo iba muy a mi bola, iba muy a la mía, quería sentirme independiente, eso era lo que me hacía feliz. Ahora es al contrario, me quedo preocupado un poco si les pasa algo bueno, algo malo, lo que hacen en sus vidas ¿no? Y más adaptado, digamos.”

Calidad de vida actual

“Todo ha mejorado, absolutamente todo ha mejorado, lo que he dicho antes, soy más consciente de no sé, me siento mucho más… con una mentalidad mucho más ancha después de que me haya pasado esto. Y sobre todo, voy con muchas protecciones, que no quiere decir que me ponga barreras a todo. Y mi relación con la gente es buena, yo la considero muy buena. Tengo muchos amigos, tengo una pareja. Bien, muy bien. Yo ahora mismo, creo que estoy en los puntos de mi vida, más altos. Sí, en los que estoy más feliz. Bueno, tengo problemas, he tenido problemas con las manos y la guitarra, que tengo que cuidármelo mucho, pero excepto eso, no tengo nada más. No tengo tampoco ya los vicios que tenía antes ni… Nada más, no sé. Tengo los amigos a los que quiero, sé que ellos también me quieren, la familia y nada, trabajo en lo que quiero. A veces… Así como está la situación ahora, no está para que tiremos flores, pero sí que estoy, yo me siento feliz, me siento feliz. No muy, muy, muy feliz, pero sí que puedo decir que soy feliz.”

Mensaje a otras personas

“Y a alguna persona que no lo ha vivido ¿Qué le dirías tú para que tenga en consideración con quienes están afectados? Ah, bueno, sí, que tengan consideración, que ese tipo de personas se sienten muy aisladas. Puede parecer que las personas que tienen depresión son incordios. Yo en mi caso no sé, creo que quizás lo he sido en algunos momentos. Hay casos que se reprimen y otros casos que reaccionan agresivamente. Pero creo que hay que tener mucha comprensión. Hay que intentar acercarse a estas personas porque ellas no se van a acercar a nosotros, ellas no nos van a decir: “-Es que estoy muy mal, tienes que…”. O bueno, no era mi caso, yo creo que lo que hace… Lo que les hace falta a esa gente es un acercamiento solidario, amistoso y con mucho amor y no con obligaciones.”

Mensaje a otras personas con depresión

“¿Y qué le dirías a tú a otras personas que han tenido una depresión? Yo lo que les diría, lo primero de todo, es que se puede superar, que no hay que hundirse, sino que hay que mirar hacia adelante. Saber en realidad qué es lo que quieres, aunque tengas, aunque se tenga que apuntarlo en un papel: “-Yo quiero esto, ahora tengo esto, esto, esto; ¿Pero qué es lo que quiero? Yo quiero esto, esto, esto, esto. ¿En cuánto tiempo puedo conseguirlo? ¿Cuánto tiempo va a hacer falta para conseguir lo que quiero?”. Pues, quizás son años. Coges un camino que después lo desvías un poco para aquí, para allá, nunca se sabe lo que va a pasar, todo este tiempo es entretenido. ¿No? Todavía tienes esa sensación pero si lo haces entretenido, ya es suficiente. Si sabes que te vas a curar, yo creo que todo el mundo se puede curar, por muy mala que haya sido la experiencia, todos se pueden curar.”

Entrevista a Elisa Isabel

Sexo: Mujer

Edad en el momento del diagnóstico: 26 años

Año de diagnóstico: 2006

Tratamientos recibidos: Farmacología y psicoterapia

Edad en el momento de la entrevista: 31 años

Primeros indicios y episodios

“Empecé a notar, iba en mi auto y empecé a notar que me daban palpitaciones, una noche viniendo del trabajo y como si me fuera a producir el infarto. Se me metió en la cabeza que yo me iba a morir de un infarto, igual que mi padre, fulminante. No quise darle demasiada importancia, yo seguí cogiendo mi coche, seguí yendo a trabajar, pero cada vez que pasaba por el mismo sitio, empezaban a venir esos problemas. En ese momento, pues, yo estaba trabajando, cuidaba de mis abuelos, llevaba mi casa para delante. Fue todo un cúmulo de cosas que hicieron que poco a poco yo llegara al punto de decir: “-No puedo más”. Y yo ya no podía más. Me empecé a tener a miedo a salir a la calle, empecé… Me montaba en los autobuses y me daban palpitaciones, iba en mi coche y me ponía malísima. Era como, necesitaba… sólo me sentía bien cuando estaba en casa. Ya empezaba a necesitar este refugio. No tenía ganas de salir, empecé a perder las ganas de salir, las ganas de todo, ya no me sentía tan fuerte como había sido siempre. Dejé de sentirme tan independiente porque necesitaba de otra persona para poder salir.”

La vida antes de la depresión

“Yo he sido siempre muy independiente y una persona fuerte y yo no quería hacer daño a nadie de lo que a mí me estaba pasando. Entonces yo me lo guiso y yo me lo como, todo para mí ¿no? Yo tenía mi problema pero yo no quería que nadie detectara que yo tenía un problema. Ya, poco a poco, conforme el problema fue aumentando; fue cuando yo fui comentándole a mi familia lo que me estaba ocurriendo. No tenía ganas de salir, empecé a perder las ganas de salir, las ganas de todo, ya no me sentía tan fuerte como había sido siempre. Dejé de sentirme tan independiente.”

Reconociendo la Depresión

“Yo en ningún momento podía imaginar que yo tenía lo que tenía ¿Vale? Yo no… en ningún momento imaginaba que yo tenía eso, la verdad es que no. Yo me sentía así, pero yo me sentía, yo decía: “-Esto de no tener ganas de salir es porque estoy cansada, de tanto, del trabajo, del estrés que llevo de… Es cómo estás en un mundo de que en el que no entra nadie. Te abres a la gente pero no te terminas de abrir nunca. Tienes una coraza. Porque yo, por ejemplo, no quería que mi madre sufriera. No quería que mi marido sufriera. No quería que mi gente sufriera lo que yo estaba pasando. Entonces, evitas mucho, evitas contar mucho. Mi marido, es que ha vivido las situaciones conmigo, muchas de ellas, porque claro vas con él. Y si vas en el coche y te da un ataque de ansiedad y te pones a decirle: “-Por favor para, para, para, para”; y a chillar y a llorar, es que lo tienes que vivir, es que ahí no lo puedes evitar. Pero, por ejemplo, si hemos venido y traigo niños pequeños en el coche pues, yo la ansiedad me la como, me la trago, pero no demuestro que la llevo. Delante de mi marido, a lo mejor, me costaba menos ¿demostrarlo no? Pero sí, es muy difícil, es muy difícil, y cuando te das cuenta de que no estás sola ha pasado mucho tiempo y ya te digo. ¿No sé que me hizo despertar? No sé. Pero desperté y gracias a Dios aún sigo despierta intentando superar, ya te digo, la fobia cada día, pero despierta. Porque es que es algo que tienes que hacer tú misma, por muchas personas que tengas a tu lado, si tú no estás predispuesta a ello, no, no sales. Lo que pasa es que yo ya, llega un punto en que yo dije que no: “-No, yo tengo que salir de todo esto.”

Proceso de diagnóstico

“Yo no recibí ningún tipo de información. Yo, mi información fue: “- Aquí tiene usted Trankimazim® (Alprazolam Ver Glosario), aquí tiene usted Paroxetina (principio activo, Ver Glosario), tome tal, tome cual, ¡Ala…! para su casa”. Esa fue la información que yo recibí: “- Tienes fobia social y agorafobia, ya está ¡Ala…! para tú casa”. Directamente. Esa fue la información, todo lo demás me lo he proporcionado solita.”

Causas de la depresión

“Pues a ver, yo desde que me casé en el 2000, pues claro te cambia muchísimo la vida, porque la vida cambia 100 por 100. Empecé a encontrarme triste cuando llegaba a casa y estaba sola. Porque yo vivía en la casa con mis abuelos; entonces yo siempre que llegaba a casa estaba acompañada. Y empecé a sentirme un poco triste al llegar aquí y la soledad hasta que llegaba mi marido de trabajar. A veces pienso que también, la forma de caer en mi depresión fue como también porque el cargo de mis abuelos era prácticamente mío. Yo, ellos me habían criado, yo había vivido toda mi vida con ellos. Porque mi madre tenía que trabajar para alimentarme. Y yo era todo ¿no? Era la que se tenía que hacer cargo de todo, la que tiraba el carro siempre. Y hay un punto en el que tú dices: “-Yo ya no puedo más, que tire otra persona, tengo que delegar en otras personas porque…”. La misma médico de cabecera me dijo: “-Tienes que salir de esto, que eres muy joven y tú no puedes seguir así”. ¿Sabes? tú no te das cuenta, tú no te terminas de dar cuenta de lo que realmente estás haciendo, sino lo haces por instinto, porque te sale, porque piensas que es tu obligación, porque… y vas bien. El problema es cuando todo pasa. Cuando todo pasa y te das cuenta de que todo esto te ha dejado miles de secuelas. En ese momento yo estaba muy fuerte, yo superé todo eso fuertemente y sin ningún problema, el problema fue cuando pasó todo. Cuando mi marido se puso bien, mi abuela se recuperó, ya pasó todo. Yo trabajaba en aquellos momentos 2 meses sí y 2 meses no. De tele operadora. Y en los 2 meses que dejé de trabajar, ya me empecé a relajar y ahí fue cuando ya empezaron a venir todos mis problemas. Pero yo todo esto lo hacía sin que nadie se diera cuenta. Yo intentaba por todos los medios evitar decir que yo tenía un problema. Le achacaba pues bueno mi padre acaba de fallecer, estoy haciendo actualmente un duelo y no tiene por qué ser otra cosa, simplemente estoy haciendo un duelo por mi padre.”

Causas y tipos de depresión

“Pues mi madre, yo no sé realmente ¿no? porque yo era pequeña. Pero sufrió una separación y mi madre pasó una depresión. Ella tampoco habla del tema ni reconoce mucho pero sí lo pasó. Mi padre era una persona muy nerviosa, mi padre era una persona que, sobre todo, en sus últimos años tendió mucho a la depresión, entonces hay antecedentes familiares no diagnosticados.”

Itinerario terapéutico

“El problema fue que esto, cada vez, fue a peor, yo cada vez tenía más ataques de ansiedad, más crisis, me empecé a sentir mal, fui al médico de familia, el médico de familia pues me mandó la Paroxetina (medicación antidepresiva, Ver Glosario Medicación) y me dijo: “-Esto es normal, acabas de sufrir, has pasado por unos momentos muy malos y es relativamente normal pero te voy a mandar el tratamiento”. Yo sola fui al médico de cabecera, le dije lo que me estaba pasando, me mandó el tratamiento, a raíz de un mes o cosa así, decidió mandarme a… ¡No! me mandó el tratamiento y directamente me dio cita para psicología. Llega un punto en el que tú dices: “Yo ya no puedo más, que tire otra persona, tengo que delegar en otras personas porque… la misma médico de cabecera me dijo: “-Tienes que salir de esto, que eres muy joven y tú no puedes seguir así”.”

Atención psicológica y frecuencia de visitas

“Aquí hay un psicólogo gratuito del ayuntamiento. Que ese psicólogo se dedica a los casos en que las familias se separan, ayudan a las madres, a los niños, cuando hay una separación familiar, no a los casos míos. ¿Vale? Pero cuando yo fui a ese psicólogo, ese psicólogo directamente me dijo: “-Yo no llevo casos como el tuyo pero no te voy a dejar en las circunstancias en que estás. Mientras te vuelven a ver donde te tienen que ver, yo voy a hacer un seguimiento contigo”

Atención psicológica y frecuencia de visitas

“El problema es ahora, que llevo tres semanas yendo, desde que he vuelto a ir y todos los jueves: o hay niebla o hay lluvia o amanece un mal día. Entonces desde el primer día mi madre quiso acompañarme y le dije que no. Que era algo que yo tenía que hacer sola y lo hago sola. Lo paso mal. Lo paso mal porque encima de que ya sabes, vas predispuesta a que vas a una terapia, entonces, que vas a contar cosas que te duelen, que te recuerdan. Tienes que exponerte a la carretera, tienes que exponerte, enfrentarte a fobias, ya te digo, exponerte a la niebla, a la lluvia y te enfrentas a fobias. Llevo la botella de agua, llevo el tranquilizante en el bolso y… me arreglo.”

Atención psicológica y frecuencia de visitas

“Tuve que dejar mi terapia a medias porque económicamente no me la podía pagar, entonces, la tuve que dejar y no había terminado. No todo el mundo tiene las posibilidades. Yo si te digo que en el momento en que yo caí en la depresión tuve posibilidades económicas, simplemente que en ese momento, ni estaba en condiciones de buscar ayuda ni sabía lo que me estaba pasando ni sabía lo que necesitaba, pero en ese momento yo hubiese tenido dinero para curarme. Yo tenía dinero para curarme. Hoy por hoy, con la crisis, te puedo decir que no, que económicamente… y los psicólogos son caros. Y la seguridad social no te ayuda, no te ayuda nada. Habrá a quien a lo mejor le habrá venido bien, a mí no. Voy a buscar ayuda, Aunque me tenga que gastar el dinero que gano en esa ayuda, pero voy a buscarla tengo que superar esto.”

Descripción de Psicoterapia

“Empieza a ayudarte, a darte las armas para enfrentarte a tu problema y poco a poco va saliendo el problema. Ella espera, sí va indagando de una forma muy sutil, hasta que el problema solo va viniendo a ti. Y te va dando las armas, cómo tienes que enfrentarte. “-Hoy llegamos hasta aquí, mañana llegamos un poquito más”. Al otro así… por ejemplo, una de las técnicas que utiliza es: “-¡A ver ¿A qué tienes miedo?”, “-A la noche”, “-¿Pero por qué? ¿Qué te ha pasado? ¿Qué te puede pasar?” Y a todo lo que tú le dices, ella te combate y te dice: “-Bueno pero si te pasa esto ¿Qué pasa? Y si te pasa aquello ¿Qué? Y si te pasa eso ¿Qué? ¿Te vas a morir por ello?” ¿Entiendes? Va combatiendo siempre. Entonces es algo que cuando tú vas enfrentándote otra situación empiezas: “-Bueno y si me pasa esto ¿Qué? Y si me pasa aquello… En tú vida cotidiana te enfrentas y recuerdas ese… Exactamente. Recuerdas lo que ella te ha ido diciendo y vas enfrentándote a la situación con miedo, con mucho miedo. Ella desde el primer día me dijo: “-Averigua cómo se te carga, cómo llegas a ese ataque de ansiedad ¿Por dónde entra, qué sientes primero, el cosquilleo en las piernas, las manos, cómo entra, cómo se siente? Y tú directamente ya relacionas cuando te está entrando que es un ataque de ansiedad. Que no te está pasando otra cosa, que no te vas morir por ello, ¿entiendes? Es una persona que se le ve a leguas que le gusta su trabajo, se preocupa muchísimo por el paciente, es una persona que te ayuda, te escucha, sólo habla cuando ella cree que es necesario, pero espera a que le cuentes por ti misma, no te sonsaca. Es que es una persona que me está ayudando a enfrentarme a mi problema.”

Descripción de Psicoterapia

“Empieza a ayudarte, a darte las armas para enfrentarte a tu problema y poco a poco va saliendo el problema. Ella espera, sí va indagando de una forma muy sutil, hasta que el problema solo va viniendo a ti. Y te va dando las armas, cómo tienes que enfrentarte. “-Hoy llegamos hasta aquí, mañana llegamos un poquito más”. Al otro así… por ejemplo, una de las técnicas que utiliza es: “-¡A ver ¿A qué tienes miedo?”, “-A la noche”, “-¿Pero por qué? ¿Qué te ha pasado? ¿Qué te puede pasar?” Y a todo lo que tú le dices, ella te combate y te dice: “-Bueno pero si te pasa esto ¿Qué pasa? Y si te pasa aquello ¿Qué? Y si te pasa eso ¿Qué? ¿Te vas a morir por ello?” ¿Entiendes? Va combatiendo siempre. Entonces es algo que cuando tú vas enfrentándote otra situación empiezas: “-Bueno y si me pasa esto ¿Qué? Y si me pasa aquello… En tú vida cotidiana te enfrentas y recuerdas ese… Exactamente. Recuerdas lo que ella te ha ido diciendo y vas enfrentándote a la situación con miedo, con mucho miedo. Ella desde el primer día me dijo: “-Averigua cómo se te carga, cómo llegas a ese ataque de ansiedad ¿Por dónde entra, qué sientes primero, el cosquilleo en las piernas, las manos, cómo entra, cómo se siente? Y tú directamente ya relacionas cuando te está entrando que es un ataque de ansiedad. Que no te está pasando otra cosa, que no te vas morir por ello, ¿entiendes? Es una persona que se le ve a leguas que le gusta su trabajo, se preocupa muchísimo por el paciente, es una persona que te ayuda, te escucha, sólo habla cuando ella cree que es necesario, pero espera a que le cuentes por ti misma, no te sonsaca. Es que es una persona que me está ayudando a enfrentarme a mi problema.”

Tratamiento farmacológico. Gestión del tratamiento farmacológico: prescripción, dosificación y efectividad

“Empieza a ayudarte, a darte las armas para enfrentarte a tu problema y poco a poco va saliendo el problema. Ella espera, sí va indagando de una forma muy sutil, hasta que el problema solo va viniendo a ti. Y te va dando las armas, cómo tienes que enfrentarte. “-Hoy llegamos hasta aquí, mañana llegamos un poquito más”. Al otro así… por ejemplo, una de las técnicas que utiliza es: “-¡A ver ¿A qué tienes miedo?”, “-A la noche”, “-¿Pero por qué? ¿Qué te ha pasado? ¿Qué te puede pasar?” Y a todo lo que tú le dices, ella te combate y te dice: “-Bueno pero si te pasa esto ¿Qué pasa? Y si te pasa aquello ¿Qué? Y si te pasa eso ¿Qué? ¿Te vas a morir por ello?” ¿Entiendes? Va combatiendo siempre. Entonces es algo que cuando tú vas enfrentándote otra situación empiezas: “-Bueno y si me pasa esto ¿Qué? Y si me pasa aquello… En tú vida cotidiana te enfrentas y recuerdas ese… Exactamente. Recuerdas lo que ella te ha ido diciendo y vas enfrentándote a la situación con miedo, con mucho miedo. Ella desde el primer día me dijo: “-Averigua cómo se te carga, cómo llegas a ese ataque de ansiedad ¿Por dónde entra, qué sientes primero, el cosquilleo en las piernas, las manos, cómo entra, cómo se siente? Y tú directamente ya relacionas cuando te está entrando que es un ataque de ansiedad. Que no te está pasando otra cosa, que no te vas morir por ello, ¿entiendes? Es una persona que se le ve a leguas que le gusta su trabajo, se preocupa muchísimo por el paciente, es una persona que te ayuda, te escucha, sólo habla cuando ella cree que es necesario, pero espera a que le cuentes por ti misma, no te sonsaca. Es que es una persona que me está ayudando a enfrentarme a mi problema.”

Tratamiento farmacológico. Efectos secundarios de la medicación:

“El efecto secundario que a mí me dio el tratamiento… de no sentir nada con mi marido, directamente no sentía nada, ponía casi kilo por semana, era engordar, engordar, engordar, engordar, aunque dicen que no pero… ¡¿Que no?! Que el tratamiento de por sí no engorda, digo “-Claro, pero si me mandas un tratamiento. Yo no tengo fuerza ni para hacerme una comida, me como un bocadillo y me acuesto, los kilos son míos. Y ahora quítatelos ¡y ahora quítatelos!” Entonces no, eran unos efectos secundarios que a mí no me compensan. A mí no me compensa que me aparten de la vida y me hagan dormir y no pueda tener ni siquiera una vida matrimonial. No me compensa eso. A mí me compensa que me ayuden a salir adelante, que me ayuden a enfrentarme a la situación, que me digan cómo tengo que hacerlo o que me den las armas suficientes para yo hacerlo. Yo no quiero un tratamiento psiquiátrico para dormir.”

Tratamiento farmacológico. Dependencia y abandono de la medicación

“Sí tomo algún tranquilizante de vez en cuando, pero un Tranxilium (principio activo: Clorazepato dipostásico, Ver Glosario) que es más flojito y no el tipo de tratamiento ese, no te engancha, no es igual. ��Y por qué y cuándo lo tomas? Pues cuando me tengo que enfrentar a un ataque de fobia. A algo que sé que me puede producir un ataque, una crisis, me lo tomo. ¿Cómo por ejemplo? Como por ejemplo una salida en la noche para irme de marcha, me quiero ir, quiero salir, no estoy depresiva, pero sé que enfrentarme a eso me va a provocar una ansiedad. Entonces antes de salir. Me la… algunas veces me lo tomo. Algunas veces estoy aquí en casa relajada y a lo mejor noto, yo que sé una pulsada en el pecho o simplemente porque he estado limpiando más y los músculos y te duele ¿no? Pero yo me lo noto y ya directamente antes de que me provoque una crisis me tomo un tranquilizante. ¿Eso algún médico te lo ha recomendado o ha sido…? No, mi médico hoy por hoy soy yo ¿Vale? Yo soy la decido el cuándo, cómo y cuándo me lo quito.”

Tratamiento farmacológico. Valoración del tratamiento farmacológico

“Yo me levantaba por la mañana y cuando me faltaba la pastilla me daba la crisis de ansiedad me y ponía a temblar, directamente. Entonces una pastilla que es capaz de relajar a una persona drogodependiente ¿Por qué me las mandan a mí? Si no sabes qué grado de ansiedad tengo, si yo no he tomado en mi vida un tratamiento para la ansiedad, si tú tenías que haber empezado con uno que fuera la cuarta parte del que me estás dando. Porque ya a mí me hubiese relajado, si ves que no relaja, entonces empiezas a subir la dosis. No me mandes 1 miligramo ahí directamente por la mañana y otro por la noche y… ¿Qué pasa? Yo creo que ese médico me mandó eso, me quitó de en medio un año y se acabó. Y si te he visto no me acuerdo. Ya te digo, yo a una paciente que viene en las circunstancias en las que yo llegué, jamás, jamás le hubiera mandado el Tranquimazin R (Alprazolam, Ver Glosario Medicación) y muchísimo menos cuando de antemano me han detectado fobia social y agorafobia. No lo entiendo.”

Búsqueda de información

“Empecé yo a encontrarme ya relativamente fuerte, empecé a leer en Internet, empecé a indagar en mi problema, a decir: “-Yo tengo que salir de esto”. Pues indagando en el Internet, leyendo libros, buscando, ya ha raíz de tener la terapia de relajación, buscando terapia de relajación y así. Y en cuanto a la información sobre la depresión, me dices que consultaste libros, consultaste Internet. ¿Cómo accediste a la información, cómo accediste, por ejemplo a los libros, quién te los dio, cómo los…? Leyendo en Internet, leyendo los distintos foros. Aconsejan, siempre hay consejos, hay cosas que te vienen bien, cosas que no. Buscando cosas, lees a lo mejor un libro que hay, que existe. Pero luego indago, a ver si ese libro es aconsejable o no. En los foros, ¡No en la página dónde está el libro, claro! sino en los foros a ver que hablan de ese libro, cómo hablan. Libros también que me aconsejó la psicóloga que fue una de las personas que me llevó en las técnicas de relajación, ella sí me aconsejó dos libros y los leí. Y la verdad es que actualmente me estoy leyendo el de la psicóloga de Sevilla y estoy siempre, estoy intentando mantenerme en contacto con todo lo que pueda ayudarme porque mi meta es superar esto.”

Aprender a controlar los episodios de malestar

“Evitas todo lo que tú piensas que puede tener un peligro. Yo estoy cortando algo porque estoy haciendo de comer con el cuchillo. ¡Y ya tengo en la cabeza, oye que si me voy a cortar, me voy a hacer y si veo sangre tengo que salir corriendo! Le buscas a todo lo negativo, a todo ¿Y cómo se contrarresta esto? Pues, con las técnicas que estoy utilizando, bueno que están utilizando conmigo de buscar lo positivo. Cambiar ese pensamiento. Hay que cambiar el pensamiento.”. Pues indagando en el Internet, leyendo libros, buscando, ya ha raíz de tener la terapia de relajación, buscando terapia de relajación y así. Y en cuanto a la información sobre la depresión, me dices que consultaste libros, consultaste Internet. ¿Cómo accediste a la información, cómo accediste, por ejemplo a los libros, quién te los dio, cómo los…? Leyendo en Internet, leyendo los distintos foros. Aconsejan, siempre hay consejos, hay cosas que te vienen bien, cosas que no. Buscando cosas, lees a lo mejor un libro que hay, que existe. Pero luego indago, a ver si ese libro es aconsejable o no. En los foros, ¡No en la página dónde está el libro, claro! sino en los foros a ver que hablan de ese libro, cómo hablan. Libros también que me aconsejó la psicóloga que fue una de las personas que me llevó en las técnicas de relajación, ella sí me aconsejó dos libros y los leí. Y la verdad es que actualmente me estoy leyendo el de la psicóloga de Sevilla y estoy siempre, estoy intentando mantenerme en contacto con todo lo que pueda ayudarme porque mi meta es superar esto.”

Actividades gratificantes

“Digamos que me he tirado un año sabático, directamente acostada. Nosotros nos compramos una caravana, nos fuimos un año, estuvimos en un camping. La teníamos fija, mi marido allí me veía bien, yo me quedaba allí, él se venía a trabajar a hacer la vida y yo estaba allí aislada, sin echar cuenta ni del teléfono móvil, ni de tener montar coche para ir a ningún sitio, sólo pasear a la playa y pasear por el camping. Dormía cuando quería, cuando me apetecía paseaba, que eran muy pocas veces. Al principio sí, al principio los efectos de la playa fueron muy buenos porque me gustaba ir a ver el amanecer, me gustaba ir a ver el atardecer, me gustaba pasear por la playa, me sentaba en la playa al atardecer y me quedaba dándome el sol hasta que se desaparecía y me relajaba muchísimo. Pero llegó un día al cabo de unos dos años que dije esto se acabó. Y le dije a mi marido: “-Vendemos la caravana”, “-¿Cómo?”, le digo “-Sí, estoy aislada del mundo y no pienso seguir aislada del mundo, necesito salir de esto”. Y esto, en un principio me benefició, porque me ayudó a relajarme, a salir de todo el estrés y todo lo que tenía pero llega un punto en que ese beneficio fue peor. ¿Por qué? Por qué ahora me tenía que enfrentar a la ciudad, al pueblo, al mundo de nuevo, era como empezar a vivir de nuevo. Y me costó mucho y me sigue costando cada día.”

Vida familiar

“Estábamos viviendo una situación, tanto mi madre como mi marido, el que es la persona que peor lo pasó junto conmigo fue mi marido, que era el que él llegaba, se sentaba en el sofá y yo estaba dormida en el otro. Estábamos en el camping yo estaba dormida en la caravana y sí. él estaba en el bar, se iba a la playa, salía, entraba, su moto de agua. Él sí hacia vida normal y es muy extraño pero después de un año, cuando tú vuelves a la vida como yo digo, cuando vuelves, todo ha cambiado y te crees que tú te has quedado atrás porque la vida ha pasado. Hay muchas cosas de las personas que tienes a tú alrededor que no las reconoces y parece increíble pero es cierto ¡no reconoces! Yo no reconocí a mi pareja. Yo me di cuenta en ese momento que a mi pareja prácticamente no la conocía. Que él había cambiado muchísimo y que yo me había quedado en el pasado. ¿Y cómo afrontaste? Me costó muchísimo, me costó muchísimo porque tienes la autoestima por el suelo, te das cuenta de que… en ese momento piensas que nadie es nadie. Te has quedado atrás, nadie te necesita, han seguido sin ti. Te sientes muy mal. Y tus apoyos en realidad, entonces para todo el proceso ha sido básicamente pues tú familia. ¿no? Sí, mi familia y mi marido.”

Vida social y amigos

“No tengo amistades. Pero no de ahora, nosotros… yo conocí a mi marido cuando tenía 11 años, empiezo a salir con él. Es la persona con la que me he casado llevo 19 años con él. Y nosotros dejamos de tener amigos hace mucho. Verás, tenemos conocido, gente con quien salimos y ahora ya vamos relacionándonos más ¿no? Pero hubo un punto en el que no. En el camping teníamos amistades pero tampoco amigos, amigos, no. Conocidos de irte a tomar una copa sí. Pero amistades, yo tener una amiga… yo tengo una tía que para mí es muy especial, es como mi hermana, es mi amiga con quien hablo todo y con quien, con ella siempre ¿no? Y tengo a mi prima con la que también nos juntamos mucho porque somos muy parecidas y nos contamos muchas cosas, nos ayudamos bastante pero amigas no tengo, hablando claro. ”

Mundo laboral

“Yo el trabajo que tenía en ese momento, lo tuve que dejar. Yo estaba de tele-operadora, trabajaba muchos turnos por la tarde, casi todos. Eran contratos temporales y yo ese trabajo lo tuve que dejar. A mí el psicólogo me dijo que ese trabajo tenía que dejarlo. Aparte yo no tenía fuerzas para levantarme e irme a trabajar. Aparte de que trabajar de tele-operadora pues te crea un estrés bastante grande… y hay un volumen de llamadas muy grande, tienes que enfrentarte a la gente, aunque sea a través de telefónicamente. Dejé de enfrentarme cada día a todo lo que yo hacía normalmente porque yo iba en mi coche a la otra punta de Sevilla y… pero dejé de enfrentarme a ello. Y todo esto hizo que yo empezará a evitar, evitar, evitar, evitar, evitar y ahora ¿qué? O sea el trabajo era para ti también, era una forma digamos de enfrentarte también ¿no? y de salir, de… Sí, porque era algo obligatorio Y volviendo al tema del trabajo ¿Ahora mismo estás trabajando? Si, actualmente sí. ¿En qué trabajas? Estoy limpiando un colegio. ¿Y qué tal, como empezó todo, cómo fue como empezaste otra vez a volver trabajar? No, he estado un año trabajando también en una tienda, en Sevilla y ya llevo distintos trabajos hechos y yo cuando empecé a trabajar de nuevo al principio sí llevaba miedo. Prefiero el trabajo que tengo actualmente al de una oficina ¿por qué? Porque aquí estoy limpiando, estoy activa. Y yo necesito algo que me ayude económicamente pero que tenga tiempo para mí. Así que actualmente aunque esté limpiando estoy muy contenta con el trabajo que tengo.”

Calidad de vida actual

“Yo ahora hoy por hoy me considero una recaída. Pero no en la depresión, sino en el aspecto de las fobias que ya tenía medio superadas. Yo el año pasado cuando, bueno el año pasado, este año, cuando entró el verano yo no quería que entrara el verano, porque estaba adaptada ya al invierno. Y yo decía va entrar el verano ¿y que va a pasar cuando vuelva el invierno?”

Mensajes a personas cercanas

“El médico me dijo el día que tenía la cita, yo no la recuerdo porque ya te digo, fui sola y no lo recuerdo. Yo me sentía capaz de ir sola y fui sola pero no estaba capacitada para ir sola. Yo sí digo que cuando hay una persona así que ¡por favor! qué la acompañen y qué estén pendientes de ella y que, aunque esa persona te diga: “-No necesito a nadie”, que no es cierto, que no es cierto.”