La persona que padece depresión suele sentirse habitualmente triste o fatigada, también puede tener, en algunos casos, pensamientos sobre la muerte o el suicidio. Las ideas de suicidio son uno de los posibles síntomas de la depresión. Estas ideas no tienen porqué ir acompañadas de intentos de suicidio, aunque en algunas ocasiones sí podría ocurrir.

El suicidio es un problema complejo determinado por la interacción entre varios factores: la contribución de aspectos biológicos, historia personal, historia familiar, eventos circunstanciales, aspectos religiosos, contexto socio-cultural, histórico y socioeconómico (1,2).

Es fundamental analizar cada caso en particular para prevenir posibles conductas suicidas.

Toda conducta suicida, incluidas las autolesiones no letales, deben ser tenidas en consideración, ya que implican mayor riesgo suicida que el de la población general.

Está demostrado que el tratamiento adecuado de la depresión reduce el riesgo de suicidio. Sobre la evaluación del riesgo suicida, aunque existen diversos criterios que orientan sobre el grado de este riesgo en un paciente concreto, no existe ninguna medida definitiva que sea capaz de descartar ni predecir un posible comportamiento suicida en el futuro, es decir que no es posible prevenirlo con total seguridad en un paciente concreto (3).

En nuestra sociedad continuamos tratando la muerte, y en especial el suicidio, como un tema tabú (4,5). Por eso el suicidio suele ocultarse y se evita hablar de ello, ya que existe la creencia de que hablar sobre suicidio puede promover el acto en sí. Es cierto que se trata de un asunto sensible y complejo en el que intervienen factores de distinto orden: físicos, mentales, neurológicos, biológicos y sociales (1). Sin embargo, el hablar de suicidio puede tener efectos positivos, entre ellos el ayudar a conocer este fenómeno y contribuir a prevenirlo. Tanto las ideas como los intentos de suicidio son formas de expresión de un profundo dolor emocional. Preguntar, escuchar y atender a quien tiene estas ideas puede ayudar a evitar los intentos.

En muchas ocasiones, las redes familiares y de amistad así como las responsabilidades que se tienen sobre otras personas, como hijos o hijas, pueden ayudar a reflexionar sobre esas ideas de suicidio, reduciendo las posibilidades de intentarlo. Por otra parte, Las personas que cuentan con antecedentes familiares de suicidio suelen estar más atentas a la salud mental de su familia.

Si una persona que padece depresión no ha sido atendida por un profesional sanitario (ya sea médico psiquiatra, psicólogo/a clínico/a o médico/a de familia) no podrá tener un diagnóstico certero ni acceso a un tratamiento adecuado. Un intento de suicidio que lleve a la persona a un dispositivo sanitario puede suponer la detección de su depresión y el comienzo de su tratamiento.

Entre los participantes, hubo quienes relataron ideación suicida (pensamientos) y otra persona que intentó suicidarse y fue ingresada en un Centro de Salud Mental (en una Unidad de Internamiento de Psiquiatría) hasta que logró estabilizarse. Todas ellas han estado bajo tratamiento supervisado por profesionales sanitarios y actualmente se han recuperado de su depresión, retomando su vida y actividades cotidianas.

Información para pacientes y familiares:

Puede consultar la guía La conducta Suicida. Información para pacientes, familiares y allegados, elaborada por Grupo de Trabajo de la Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Madrid: Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t); 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: avalia- t Nº 2010/02.

Más información:

  • ACUDA A SU CENTRO DE SALUD.
  • Teléfono de urgencias: 061 o 112.
  • FEAFES | Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (ofrecen información y apoyo y disponen de algunos recursos psicosociales). Tel.: 91 507 92 48- Mail: feafes@feafes.org
  • Teléfono de la Esperanza (tienen teléfono de crisis 24 horas en las principales poblaciones españolas).

Información para profesionales sanitarios:

Grupo de Trabajo de la Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Madrid: Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t); 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: avalia- t Nº 2010/02.

Bibliografía consultada:

  1. Minayo, MC, Cavalcante, F, Sousa, E. Methodological proposal for studying suicide as a complex phenomenon. Cad Saúde Pública, Aug 2006, 22(8):1587-1596.
  2. Minayo, MC, Cavalcante, F. Suicídio entre pessoas idosas: revisão da literatura. Rev Saúde Pública 2010;44(4):750-7.
  3. Grupo de Trabajo de la Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Madrid: Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t); 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: avalia- t Nº 2010/02.
  4. Thomas, L.V. (1993) La muerte. Ed. Paidós, España.
  5. Morin, E (1999) El hombre y la muerte. Ed. Kairós, Barcelona, España.
  6. Niederkrotenthaler, T, Voracek, M, Herberth, A, Till, B, Strauss, M, Etzersdorfer, E, Eisenwort, B and Sonneck, G. Role of media reports in completed and prevented suicide: Werther v. Papageno effects. BJP 2010, 197:234-243.