Cáncer colorrectal

Quimioterapia

By 19 septiembre, 2016 mayo 12th, 2020 No Comments

La quimioterapia consiste en un tratamiento farmacológico administrado en forma de sueros o pastillas que actúa de diversos modos contra las células tumorales. La quimioterapia en el cáncer de colon tiene varios objetivos: facilitar el tratamiento quirúrgico (administración en tumores de recto o metástasis), reducir el riesgo de reaparición del tumor o controlar y enlentecer la progresión de la enfermedad cuando el cáncer de colon no se puede curar mediante una cirugía.

QUIMIOTERAPIA

Los siguientes testimonios reflejan las experiencias de personas diagnosticadas de cáncer colorrectal que recibieron quimioterapia.

María Teresa cuenta que llevó bien la quimioterapia y sólo sintió mucho cansancio. Encontró la manera de ducharse cuidando la zona de la colostomía.

“P.: ¿Y la quimioterapia como la llevó desde el primer momento? ¿Cómo está ahora? R.: Yo la he llevado muy bien, ni vómitos, ni diarreas, ni nada, cuando lo pasé mal fue, bueno mal, hace cosa de un mes, qué cosas, eso que me la ponen el lunes, ahora desde julio es cada 15 días ¿eh? Y entonces hace cosa de un mes, me la quitaron un miércoles y el jueves que no me podía levantar, bueno sueño, porque yo aunque esté de baja, yo a las siete y media o a las siete ya estoy levantada, y oye, me levanté a las 9, digo ¿uy, qué pasa? No me pasaba nada, o sea estaba agotada como si hubiera hecho una maratón, estaba super agotada, y entonces se lo comenté a la doctora, a la oncóloga y me dijo, dice mira, la suerte que tienes que solamente te ha pasado ahora, hay gente que está tres y cuatro días en cama que no se pueden levantar, tienes que pensar que llevas la quimio, la primera, más ésta, dice y esto es la recta final. Y esto me pasó hace cosa de un mes y hace 15 días pero ya no tan fuerte, pero sabes, un bajón que solamente hubiera estado sin hacer nada, tumbada pero no, no me tumbé, no, dije bueno, ¿esto qué es?, y esta vez a ver qué me pasa porque mañana es jueves, mi hijo, dice: no pienses que mañana es jueves, es una cosa… P.: ¿Mañana terminaría? R.: No, termino hoy, cuando salga de aquí me desenchufan y ya estoy. P.: ¿Y cuántos ciclos hizo en total? R.: De ciclos hice, pues mira 5 semanas seguidas y ahora desde el 1 de julio que han sido 8 sesiones cada 15 días. P.: Cada 15 días. ¿Y algún otro efecto? R.: No. P.: ¿No ha sentido? R.: No. A mí me dijeron que tenía que hidratar mucho con Nívea (se refiere a la crema) porque hay mucha gente…, me dijeron también lo de las uñas que hay gente, que según la persona dando la misma quimio y tal, ya me avisaron que se me podían poner negras sobre todo, aquí sí que me asusté, la primera vez que fui a la enfermera de la quimo me dijo, dice: no se puede cortar las uñas, yo me la quedé mirando, digo ¿no?, dice no. No se puede con la quimio, con esto, no se puede duchar, no se puede lavar la cabeza, salí de aquí con una depresión, soy la típica persona que cada día se lava el pelo y todo, digo, bueno, pues fui a la farmacia, venden aquello como en los hospitales, aquellas esponjas, al tercer día estaba aquí yo, y se lo dije a mi prima yo sabía el nombre, pero me lo callé, digo esto son las normas, son unas normas que hacen…, se lo dicen a todo el mundo, lo de las uñas, no te cortes las uñas es para que no te hagas sangre, las pieles, yo ahora no las llevo perfectas porque me las hago yo, porque claro no te puedes hacer sangre, no te puede sangrar, si no, tienes que venir para acá. Claro, ahora yo entiendo que vas por el autobús y vez señoras mayores con unas uñas así, quizás les han dicho: no se corten las uñas y los pobres señores no se los han cortado. Entonces, no te duches, qué coño, me tengo que duchar, yo con la quimio, me pongo una bolsa de basura, aquí me pongo esparadrapo, y oye claro que me ducho, lo que pasa es que cuando voy con esto para que no se me mojé todo este parapeto, esto me lo hago en la cocina.”

Miguel Ángel cuenta los efectos que le provocó la quimioterapia. Destaca la buena atención de enfermería y el hecho de poder llamarles por teléfono cuando se sentía mal.

“Y ahora estoy con la quimioterapia, que he terminado la primera sesión, y mañana empiezo la segunda, la segunda sesión. P.: ¿Qué tal la quimioterapia? R.: Bueno, la primera semana un poquitín flojito pero bueno. P.: ¿Qué efectos secundarios has tenido? R.: Pues yo lo peor ha sido el intestino que me doblaba los riñones. El parpadeo ese del corazón se me reflejaba en los riñones. Y bueno, la verdad es que funciona muy bien el servicio de oncología. Me dieron una tarjeta con… una tarjeta de la enfermera y puedes llamar de 8 a 3 a cualquier hora, y si no dejas tu teléfono y te llaman ellos. Y bueno, pues le comenté lo que me pasaba el primer día, el segundo día. Me pasó con la médico, con la oncóloga, ella me dijo lo que tenía que hacer, “pues toma un Nolotil ®(principio activo: metamizol) y tal, toma cuatro al día de Nolotil® y bueno, se me ha ido pasando”. Luego he tenido otros efectos secundarios, pero bueno, eso que llaman el síntoma de las manos, eso que tocas cualquier cosa y te hace como daño, todas las cosas frías, y bueno, todas esas cosas, cansancio, cosas así. P.: Vale. R.: Y ahora, mañana me dan la segunda. P.: La segunda. ¿Cada cuánto te toca? R.: Hago dos semanas, una descanso, y así. O sea, un día en Cruces, un día en Basurto, 14 días de pastillas y una semana de descanso. P.: Vale. Y el ciclo es de seis semanas, o sea, de seis veces. R.: Ocho. P.: Ocho, vale. R.: 24 semanas, eso es, seis meses.”

Ana Rosa tuvo náuseas unos días y se sentía cansada con la quimioterapia. También sentía picazón en el cuerpo, además de haber aumentado de peso.

“P.: Y hablando un poquito ya, relatando los efectos secundarios que me habías comentado. ¿Los efectos secundarios del tratamiento, me habías comentado, el tema de las ronchas estas en la cara…? R.: Sí, sí, sí, sí. Sí. Las náuseas, siempre. Náuseas sí, era fijo náuseas, que tuviera náuseas como tres, cuatro días. Cuatro días y hasta cinco días así con náuseas. Y vómitos no, la verdad que no. Y del resto de eso un poco de cansancio, así, los primeros días . Pero de resto nada más. Porque inapetencia, a lo mejor, un día, dos días, la verdad que no he dejado de comer tampoco, o sea. De hecho, lo que bajé lo he subido ya. He subido un montón de peso. P.: Y cuéntame un poquito más lo de las ronchas. ¿Cómo surgieron, cómo fue…? R.: Sí, me decían que era el efecto secundario de la vacuna, lo que llaman ellos “la vacuna”, que es una medicación que te dan, junto con el resto de la quimio, que no te la dan siempre, sino te la dan cuando tienen que, digamos, aminorar de tamaño, si hay, no sé, alguna lesión. Pues, para, digamos, empequeñecerlo de tamaño. Entonces a mí me daban a lo mejor una sesión sí, si veía a lo mejor que estaba muy, digamos, muy… me veía demasiado mal, o sea, lo que era los espinillos y demás que me salían, ¿no? Pues entonces a lo mejor no me la daban, hasta que, digamos, me vieran un poquito mejor, ¿no? Porque claro, se me podía alterar más. Ese, digamos, era la medicación. O sea, era lo que llaman ellos “la vacuna”. Cuando no me ponían la vacuna, pues, a lo mejor no me ponían la vacuna, ya no… P.: ¿Y era un problema básicamente estético o también algún problema digamos de, no sé, picores, dolores? R.: Sí, bueno. Dolores no. A lo mejor sí me picaba, me picaba un poco. Pero bueno, era soportable. Era con lo que te mandaban, que al final te mandaban corticoides en crema y demás. Se aliviaba. P.: ¿Y temas de cambios físicos, de peso, caída del cabello? 1:15:00 R.: No, me dijeron en principio que no se me iba a caer el pelo, fue una cosa que tampoco era que me preocupara mucho, que si se me tenga que caer que se me cayera, que se me iba a debilitar un poco y demás, sí lo noté que se me debilitó bastante y se me caía, se me caía un poquillo pero no se me cayó del todo, no, no, no, eso no. ”